La púa de rastrillo

Traducido por Nicole d'Amonville Alegría
Editorial
Año de publicación
2021
Páginas
256
Alto
21 cm
Ancho
14 cm
Encuadernación
Rústica con solapas
“En cuanto me recupere, iré a Barcelona a que me miren los ojos. He sido, y soy, una gran observadora: me interesa verlo todo, mirarlo todo, tanto si es una persona como una pared.” Así repuso Caterina Albert, «Víctor Català», a los 94 años, cuando un periodista le preguntó por su salud. Como otros grandes escritores, se dedicó primero a la pintura, y sus palabras parecen haber sido forjadas en las fraguas de sus ojos. La púa de rastrillo reúne once cuentos que recorren su obra y termina con el monólogo dramático La infanticida, su carta de presentación al público, vetado por el mismo jurado que lo había premiado al descubrirse que había sido escrito por una mujer....Leer más
“En cuanto me recupere, iré a Barcelona a que me miren los ojos. He sido, y soy, una gran observadora: me interesa verlo todo, mirarlo todo, tanto si es una persona como una pared.” Así repuso Caterina Albert, «Víctor Català», a los 94 años, cuando un periodista le preguntó por su salud. Como otros grandes escritores, se dedicó primero a la pintura, y sus palabras parecen haber sido forjadas en las fraguas de sus ojos. La púa de rastrillo reúne once cuentos que recorren su obra y termina con el monólogo dramático La infanticida, su carta de presentación al público, vetado por el mismo jurado que lo había premiado al descubrirse que había sido escrito por una mujer. Este primer contacto la llevó a asumir el pseudónimo de Víctor Català para explorar la sombra con absoluta libertad y construir los destinos humanos, especialmente los femeninos, sobre el hilo de la violencia. Así se expresa Nicole d’Amonville Alegría en su epílogo: «“Si leo un libro y se me enfría tanto el cuerpo que ningún fuego puede calentarme, sé que eso es poesía. Si tengo la sensación física de que se me vuela la tapa de los sesos, sé que eso es poesía”, dijo en una ocasión Emily Dickinson a su preceptor. No conozco mejor definición para la obra de Caterina Albert i Paradís. Toda ella, no solo la estrictamente poética, sino también la narrativa y la teatral, posee el vigor, el poder y la gloria de la poesía.» Solo una traductora capaz de asumir un alto riesgo podía haber trasladado al castellano los versos y la prosa de Caterina Albert. Leer menos
Clasificación
Todos > Literatura > Literatura General
Título
La púa de rastrillo
ISBN
9788473293150
$387.96975 -30%
$554.2425
Caterina Albert i Paradís nace en 1869 en La Escala, Girona, en el seno de una acomodada familia de propietarios rurales. En vez de resignarse al destino previsible para las mujeres de la época (matrimonio y maternidad), nunca se casó y se entregó a actividades artísticas como la pintura, la lectura y la escritura. Con el monólogo teatral La infanticida ganó los Juegos Florales de Olot en 1898....Leer más
Caterina Albert i Paradís nace en 1869 en La Escala, Girona, en el seno de una acomodada familia de propietarios rurales. En vez de resignarse al destino previsible para las mujeres de la época (matrimonio y maternidad), nunca se casó y se entregó a actividades artísticas como la pintura, la lectura y la escritura. Con el monólogo teatral La infanticida ganó los Juegos Florales de Olot en 1898. No obstante, el hecho de que no asistiera a recoger el premio, unido a la inmoralidad que se le imputaba a la obra y a la revelación de que había sido escrita por una mujer, hizo que el jurado le retirara el galardón. A partir de entonces, Caterina adoptó el seudónimo masculino de Víctor Català —que ya nunca abandonaría— para firmar todos sus textos. La publicación de Dramas rurales (1902) abrió su época dorada como escritora, que culminaría con su obra maestra Soledad (1905), considerada una cumbre de las letras catalanas. Pese al éxito internacional que alcanza con esta novela, las constantes críticas de los novecentistas llevaron a Albert a trece años de silencio, un silencio que terminó con Un film (3000 metros) (1926) y tres volúmenes de cuentos. La guerra civil vuelve a interrumpir su producción literaria casi veinte años hasta la publicación de Retablo (1944), seguida de las que serán sus últimas obras. Caterina Albert muere a principios de 1966, pero Víctor Català, su inconformista, vehemente y, por encima de todo, libre alter ego literario está más vivo que nunca. Leer menos

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