Museo Iconografico del Quijote
La vocación editorial del Museo Iconográfico del Quijote (MIQ) está presente desde su fundación, en 1987, año en que también germinan los inicios del Coloquio Cervantino Internacional, encuentro de especialistas que, como ningún otro, constituye una pieza fundamental para la investigación contemporánea del Quijote y de lo cervantino. La acreditación a nivel mundial de la empresa cervantina en Guanajuato comienza a consolidarse con el surgimiento, en 2003, del Centro de Estudios Cervantinos. Esta empresa intelectual, a la que su fundador Eulalio Ferrer Rodríguez imprimió todo su empeño, muy pronto tuvo frutos literarios: la edición de las memorias de cada uno de los coloquios, que a la fecha suman XXIX ediciones y reúnen más de 300 ponencias magistrales.
Ahora bien, el museo surgido en torno a un personaje literario, don Quijote, no podía más que ponerlo en el centro de su vocación libresca. Sabemos que desde la aparición de la primera parte, en 1605, el Quijote fue un best seller, al grado de ser imitado por el infame Avellaneda. Visionariamente, el MIQ comenzó hace unos años una nueva era de ediciones con el Quijote como centro motor.
La edición Guanajuato no es otra que la de Florencio Sevilla Arroyo, catedrático de Literatura medieval y del Siglo de oro español, en la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha dedicado su vida a la recuperación de la edición príncipe de todas las obras de Cervantes, incluyendo los trabajos anteriormente desconocidos. Así, bajo esta tutela académica, el MIQ posee la mejor edición de las Obras Completas de Cervantes.