Hoy día es imposible hacer referencia a Zubiri sin mencionar la influencia decisiva que Heidegger ejerció en él.
No es sólo que en los cuadros de Zuloaga, como en los de Velázquez, el hombre lo sea todo; es que el paisaje mismo es una prolongación del hombre. Aquellos austeros paisajes, aquellos campos y aquellos lugares y pueblos, son humanos.